
En el marco europeo de mantenimiento aeronáutico, la EASA Parte M constituye la base regulatoria para la gestión de la aeronavegabilidad continua. Su objetivo es garantizar que cualquier aeronave, desde un Airbus A320 hasta un helicóptero ligero, permanezca en condiciones seguras de vuelo a lo largo de toda su vida operativa.
¿Qué es una CAMO?
Una CAMO (Continuing Airworthiness Management Organization) es una organización aprobada por la autoridad aeronáutica para gestionar, controlar y supervisar la aeronavegabilidad de aeronaves registradas. A diferencia de una AMO (Approved Maintenance Organization, Parte-145), la CAMO no ejecuta mantenimiento físico: su función es planificar, coordinar y verificar que todas las tareas se realicen conforme a normativa y programas aprobados.
Principales requisitos de la Parte M para una CAMO
Aprobación y manuales
La CAMO debe contar con un CAME (Continuing Airworthiness Management Exposition) aprobado, donde se describen su estructura, procedimientos y responsabilidades.
Programa de mantenimiento
Es responsable de elaborar, gestionar y mantener actualizado el Programa de Mantenimiento de Aeronave (AMP), basado en instrucciones del fabricante y exigencias normativas.
Directivas y boletines
La CAMO debe evaluar e implementar Airworthiness Directives (AD) y Service Bulletins (SB), garantizando su cumplimiento dentro de los plazos establecidos.
Registros técnicos
Toda actividad de mantenimiento debe estar respaldada por documentación. La Parte M exige conservar registros completos y trazables que permitan demostrar la aeronavegabilidad en inspecciones o auditorías.
Revisiones de aeronavegabilidad
La CAMO está autorizada a realizar la Revisión de Aeronavegabilidad y, en determinados casos, emitir o recomendar la emisión del ARC (Airworthiness Review Certificate).
Personal competente
Debe disponer de ingenieros y técnicos con experiencia suficiente en gestión aeronáutica, sometidos a formación recurrente, especialmente en normativa, sistemas de calidad y factores humanos.
La Parte M asegura que la seguridad aérea no dependa únicamente del mantenimiento físico, sino de una gestión documental, técnica y estratégica que garantice la continuidad de la aeronavegabilidad. En conjunto con las AMO Parte-145, las CAMO constituyen un binomio imprescindible: unas gestionan, otras ejecutan, y entre ambas aseguran que cada aeronave esté lista para volar con los más altos estándares europeos.